Leonora Carrington: del surrealismo a la new age

Susan Aberth y Tere Arcq acaban de publicar en español la traducción, ampliada, de su libro editado durante la pandemia en Estados Unidos, El tarot de Leonora Carrington, a partir de las pinturas que realizó la artista británica sobre los 22 arcanos mayores, que nutrieron su obra y su pensamiento.

En entrevista triangulada por Zoom entre Nueva York y Ciudad de México, ambas investigadoras coinciden en que Leonora Carrington (Lancashire, 1917-México, 2011) fue una visionaria y pionera no solo para el pensamiento feminista, sino que, con la influencia de conocimientos esotéricos, su obra llevó el surrealismo a la new age, lo que ha acercado a mucha gente, principalmente jóvenes, a sus pinturas y a profundizar en sus significados ocultos hasta hace relativamente poco tiempo, cuando se dio a conocer la existencia de su propio tarot.

El hermoso volumen, una pieza de colección, publicado por la editorial catalana RM, llegó a México en su primera edición en español este 20 de diciembre, después de agotarse en inglés en impreso y digital.

Aberth, profesora de Historia del Arte y Cultura Visual y coordinadora del programa de Teología en el Bard College de Nueva York, señala que la relación entre el tarot y Carrington, aunque está presente en varias de sus obras más famosas, salió a la luz con el “afortunado descubrimiento” del mazo de cartas que la artista pintó a partir de los años 50 del siglo pasado y que se dieron a conocer cuando Tere Arcq estaba trabajando en la retrospectiva Leonora Carrington. Cuentos Mágicos, que se montó en 2018 en el Museo de Arte Moderno de Ciudad de México, porque antes “nadie sabía que existían estas obras”.

Arcq, curadora y especialista en Carrington, explica que la artista británica mantenía muy en privado su tarot, por lo que hasta que salió a la luz con la muestra, “fue un misterio la existencia de las 22 cartas”.

Aberth comenta que en su libro de 2004, Leonora Carrington. Surrealismo, alquimia y arte (Turner, agotadísimo), ya había analizado junto con Arcq y otros especialistas la influencia del tarot en la pintora, como en el retrato que le hizo a María Félix, otra fanática de las cartas, pero que en el nuevo volumen se presenta con mayor profundidad cómo los arcanos mayores repercutieron en toda su obra.

“El descubrimiento del tarot de Carrington fue una gran revelación, regresamos a analizar de nuevo su obra”, comenta la profesora, quien destaca también el papel que tuvo su colega Arcq en el hallazgo.

“Ya sabíamos que el tarot fue importante para Carrington, pero también para otros artistas; Remedios Varo, por ejemplo, estaba también muy interesada en el tarot, igual que muchos otros pintores, pero ninguno produjo un mazo como éste, así que no era tan obvio que existieran estas pinturas”, dice Arcq, curadora de exposiciones como In Wonderland. Mujeres surrealistas en México y Estados Unidos, que se presentó en los museos de arte moderno de Ciudad de México, Los Ángeles y Quebec.

Aunque Arcq reconoce que no es posible saber con precisión en qué momento Carrigton empezó a interesarse en el tarot en su juventud en Europa, Aberth expone que el acercamiento al conocimiento esotérico y su comprensión es algo que se desarrolla lentamente en el tiempo y se requiere madurez.

“Como una persona joven, estoy segura que Carrington se sintió muy atraída por estas creencias, de la misma forma en que mucha gente joven de hoy se siente atraída por cosas mágicas, por ejemplo por Harry Potter, pero solo hasta que los jóvenes crecen, maduran, hay más experiencia e inteligencia para entender toda la profunda naturaleza de algo como el tarot, su filosofía, y el esoterismo”, acota Aberth.

Arcq agrega que, además, Carrington, que dejó Inglaterra para mudarse a Francia alrededor de los 20 años con el pintor alemán Max Ernst, estuvo rodeada por artistas surrealistas, muchos de los cuales estudiaban con seriedad las cartas del tarot, por lo que eso también fue una gran influencia para ella.

La pintora surrealista Leonora Carrington. (Foto: Javier García | MILENIO)
La pintora surrealista Leonora Carrington. (Foto: Javier García | MILENIO)

—¿Por qué ustedes hablan en el libro del feminismo en el tarot y otras obra de Carrington? Me parece que esa es una visión contemporánea del concepto el que ustedes usan, porque en la época la palabra feminismo no tenía esas connotaciones, a pesar de que ella era muy liberal.

Arcq: Ella era de vanguardia en muchas cosas. Hay una razón muy especial por la cual nosotros analizamos el mazo de esta manera, porque Leonora leyó un libro en 1948 y pocos años después empezó a pintar el mazo, las primeras cartas están fechadas en 1955. Ella leyó este libro completamente, La diosa blanca, de Robert Graves, que fue fundamental para ella, una revelación, sobre la recuperación de la antigua cultura matriarcal principalmente de la región de Mediterráneo, que tenía que ver con el poder de la mujer a cargo de la comunidad, con los rituales, la religión, la sanación, las épocas para honrar a la diosa. Graves exploró esta cultura sobre la diosa, que fue escondida por la historia, los poetas, los artistas, los trovadores, pero que está preservada hasta nuestros días. Es la misma diosa para muchas culturas, él la llama “la diosa blanca”, pero son muchas diosas que él reúne: Isis, Démeter, incluso el culto medieval a la Virgen María. Esto fue muy importante para Leonora Carrington y fundamental para la forma en que ella comenzó a ver el feminismo de ese tiempo.

Aberth: Realmente me gustan tus preguntas, son muy retadoras, todas, nadie me había hecho estas preguntas antes. Y tienes razón, la forma en que usamos ahora el término feminismo no existía en esos tiempos. Creo que lo que Carrington estaba haciendo, y esto es muy importante, era recuperar y reclamar lo que creía que era el antiguo respeto por la espiritualidad femenina, ella estaba buscando traerla de nuevo. Así que, tienes razón, no era lo que hoy en el lenguaje concebimos como feminismo, pero ella sí fue pionera en traer de nuevo esta idea de la mujer sagrada. Agradezco mucho la pregunta.

Armonía de los géneros

Sobre cómo creen que El tarot de Leonora Carrington va a repercutir en una relectura de la obra de la pintora inglesa, Aberth sostiene que en un mundo que enfrenta tantos conflictos, entre ellos el tema de la guerra de los sexos, la artista propone como una solución acertada no la polarización, sino la unión para enfrentar esos conflictos, además de luchar por proteger al ambiente, lo que le preocupaba mucho.

“Sí, era una preocupación muy importante para ella. La razón por la cual usamos en la portada del libro las cartas de El Mago y de La Gran Sacerdotisa es porque analizamos la armonía de los géneros, tratando de encontrar esta alquimia en cada ser humano para proteger y cambiar el planeta, temas que son ahora muy contemporáneos. Y por eso es importante escuchar ahora su mensaje, que no fue realmente comprendido en su tiempo, pero, como dijimos, Carrington fue pionera con estas ideas”, secunda Arcq a su coautora del libro, que cuenta con interpretaciones de cada uno de los 22 arcanos mayores, además de un prólogo del hijo de la pintora, Gabriel Weisz, y estudios introductorios.

—Hablar de ocultismo, esoterismo, el tarot, las artes adivinatorias, se atribuía a gente ignorante. Obvio, Carrington, como Varo, Octavio Paz, Alejandro Jodorowsky, Mircea Eliade, no era gente ignorante. ¿A qué atribuyen entonces qué en la época de Carrington los artistas no hablaban abiertamente de esto, ocultaban ese conocimiento en sus obras?

Aberth: Otra muy buena pregunta, realmente. Muy complicada de contestar. Hay muchas posibles respuestas que quisiera exponer, pero la primera es acerca de la dominación del cristianismo y su histórica supresión a cualquier cosa que no fuera su ortodoxia religiosa. Esa fue la primera supresión. La segunda fue que después de la Segunda Guerra Mundial, globalmente había un deseo de regresar al orden y la racionalidad de la ciencia, eso fue otra razón que actuó para esconder temas como la magia, porque ésta era considerada irracional y no muy seria. Esas dos fueron fuerzas muy poderosas. Si eras artista y querías ser tomado en serio, no ibas a hablar de este tipo de temas, por temor al ridículo.

Arcq: Absolutamente. Si retrocedes en el tiempo, solo mira la Biblia. Todos los reyes tenían a sus astrólogos que les decían cuándo hacer o no hacer las cosas, los matrimonios se arreglaban con astrología, muchos reyes y reinas tenían a sus propios astrólogos y magos. Pero después, como Susan dice, debido al racionalismo no eran tomados en serio. Hoy sí es más abierto hablar sobre ello, aunque antes mucha gente que sí estudiaba seriamente el esoterismo, consideraba que debía ser un conocimiento solo para iniciados y no daban acceso a todo mundo, por temor a que el conocimiento fuera malinterpretado o mal usado, como ha pasado con charlatanes que solo quieren hacer dinero.

Aberth: Además, frecuentemente la magia está asociada con las mujeres en la imaginería popular. Y, como las mujeres no eran consideradas intelectual y espiritualmente muy serias, la magia era considerada femenina y por tanto no seria. Esto nos lleva de nuevo a Carrington, que quería regresar esta sabiduría femenina y abrirla. Otra cosa: en 1951 se derogó una ley contra la brujería en Inglaterra que prohibía cualquier práctica de adivinación, astrología. Y cuando se derogó, muchas de estas prácticas salieron del clóset. Para Carrington, británica, fue una gran apertura en busca de esa tradición.

Relación con los dioses

En el volumen, ambas investigadoras abordan la importancia que tuvo México y la cultura prehispánica en la evolución artística de Carrington, quien llegó al país en 1942 tras casarse con el escritor Renato Leduc y donde se relacionó con artistas como Octavio Paz, cuya obra de teatro La hija de Rappaccini fue montada por la artista inglesa, quien realizó una escenografía con alusiones a las cartas del tarot. Pero también se interesó con arqueólogos como Benjamin Peret, esposo de Varo, o Laurette Séjournné.

De ese interés por la magia y el conocimiento esotérico en las culturas prehispánicas, en el libro se plantea una la relación entre los dioses mesoamericanos Quetzalcóatl y Cihuacóatl con las cartas de El Mago y La Suma Sacerdotisa en el mazo de los 22 arcanos mayores pintado por Leonora Carrington.

“Ella estaba muy interesada en Quetzalcóatl (Séjournné escribió un libro sobre éste), lo había abordado en otras pinturas, en el hombre, no el dios. Tenía interés en estos míticos personajes que vinieron a la tierra para cambiar conciencias; en muchas religiones hay iniciados: Jesús, Buda… Y para ella Quetzalcóatl era el equivalente en la cultura mesoamericana. Ella tenía muchas referencias sobre él en sus obras, por ejemplo, en la pieza de Octavio Paz. Ella relacionó a Quetzalcóatl en el tarot con El Mago, la Serpiente Emplumada es quien une el cielo con la tierra, es la conexión entre los dos reinos. Y en su obra Mujeres conciencia pone una inscripción de que Quetzalcóatl es igual a Citlalcóatl, otra vez trae la espiritualidad femenina, la pone en igualdad con el hombre; pone en balance y armonía a los dioses míticos masculino y femenino”, explica en la entrevista Arcq, al exponer su descubrimiento.

—Después de todo este conocimiento esotérico de Leonora Carrington plasmado también en sus obras. ¿Podemos seguir considerándola como una artista surrealista o una artista new age?

Aberth: La podemos considerar en ambas. Ella fue surrealista, siempre fue amiga de André Breton y respetaba a otros surrealistas, como Wilfrido Lam. Sin embargo, siempre fue visionaria y pionera. Carrington llevó el surrealismo a la new age, construyó un puente entre ambos movimientos.

Arcq: Estoy de acuerdo. Es una de las razones por la cual es más reconocida, porque su mensaje es ahora más comprendido por muchísima gente que antes no había comprendido el significado de lo que ella trataba de plasmar; aun cuando muchos se sentían atraídos por sus pinturas, sus significados ocultos, la profundidad, no eran realmente comprendidos.

Aberth: No sé si sea relevante, pero yo soy profesora universitaria y tengo mucho acceso al mundo del arte. Junto con el auge de la popularidad de Carrington, está creciendo también muy rápido la popularidad de Ciudad de México, mucha gente joven se está mudando a esa capital para explorar carreras de arte, arte en general. Finalmente la casa de Carrington en Ciudad de México ya es considerada como un gran centro de producción de su arte, ya no es considerada como una surrealista europea, sino que es vista en la totalidad de lo que era, una artista que también se formó en México no de una forma superficial, no es que en sus pinturas haya artículos mexicanos, sino está la ideología, la filosofía, más una comprensión intelectual, incluso estaba muy interesada por la política mexicana, los zapatistas, no solo por el mundo del arte en México.

Arcq: Mucha gente me pregunta cómo no vimos la influencia de México en el universo de Carrington. Es que no era muy evidente, no pintaba el mercado de flores, sino que era algo más profundo, la ideología, las creencias mexicanas están presentes, la influencia es en una forma muy profunda, no representativa ni superficial.

AQ

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