El servidor público como gerente, no debe creer que por cumplir la ley es líder bajo una postura Transcompleja en la nueva gerencia publica, la humana; de allí que es perentorio aprender a ver la gestión pública más allá de la rigidez del derecho administrativo que para los abogados es la manera de legitimar ese accionar, las experiencias planetarias demandan otra visión donde el servidor público debe aprender a gerenciar lo público desde lo humano y, lo humano es desde el amor y lo espiritual. Ante lo rememorado, emerge la premura de no olvidar el amor por el derecho y la valentía que cada funcionario le corresponde enfrentar los molinos de viento.
A tenor de lo descrito, asumo la postura de (2021) como soporte al señalar:
la transcomplejidad desafía un particular estado de tensión cognitiva que abraza la existencia interior del ser (valores existenciales, noemas, saberes, modelos de pensamientos y subjetividades), con lo exterior y aparente (valores esenciales, realidades corpóreas, especulares y objetividades), en tanto conexión semántica que desborda los límites del lenguaje computante para nutrir la sabia de una conciencia gnoseológica universal que reclama la inclusión, la integración y la conciliación de múltiples lógicas científicas, organizacionales y gerenciales(.P.73 )
Desde la perspectiva antes hilvanada, brota la relevancia del servidor público como líder con amor y la espiritualidad, ¿quién es? y ¿cómo es?, esto conforme a la visión humana y en consideración al entorno, el servicio hacia el otro, la integridad como presupuesto de la justicia. En otras palabras, despierta al amo y al espíritu, como la mejor forma de cooperación mutua. Sobre la base de la aserción antes alusiva, apunto las particularidades de este servidor.
Es que durante toda la historia de la humanidad se han desarrollado muchos temas, sin embargo, hay uno en específico, así como múltiples explicaciones y experimentación de científicos, poetas, escritores, actores sociales y ustedes lectores: el amor y la espiritualidad. Hablar de amor suele tener un tono romántico, sin duda es la forma más común que los seres humanos le otorgamos, aunque el amor existe naturalmente en todas las relaciones humanas, sean románticas o no. Comulgando con las ideas de Maturana (ob.cit) podría decir como él que los seres humanos somos intrínsecamente amorosos; el amor es parte de nosotros y de la vida misma.
López (2012) al hacer de una comprensión sobre la noción de amor Maturana manifiesta que más que un concepto que se le quiera dar significado es o se exterioriza en el respeto al otro y a ese otro en sus relaciones sociales y destaca lo cual comparto que el amor es una emoción que pone a prueba la conducta racional del hombre
De tal forma, así como la dignidad es algo intrínseco del ser humano, el amor es parte de cada uno desde antes del nacimiento. Tal como Maturana (1998) afirma, el amor es una emoción y es ésta misma la que dicta el actuar de forma inteligente de cada ser humano. Es a través de esta emoción que podemos coordinar nuestras acciones con las acciones de los otros, entendiendo que sólo así es posible la aceptación mutua, el respeto y por supuesto, la sana convivencia.,
Estas reflexiones me hacen apuntar que el amor es una decisión que debe ser tomada día a día por el fiscal como líder, dejando develado mi postura que los sentimientos son cambiantes y posiblemente efímeros, mientras que las emociones por ser parte de nuestra biología, no pueden no ser parte de nosotros. Y si el amor es una emoción no puede no ser parte del ser humano, no ser parte del accionar del fiscal, no obstante, cada funcionario, cada fiscal, es libre y como tal tiene la capacidad de decidir si actuar en consecuencia al amor que forma parte de él o no hacerlo. De allí que cuando el fiscal internalice como expresaron los actores que su accionar es actuar en nombre del Estado y en pro de los derechos del colectivo, ese fiscal para ser líder del amor debe actuar por decisión.
. Por lo tanto, es supremamente significativo entender ese liderar en la Gerencia Publica desde una comprensión y perspectiva de lo espiritual, en donde Dios (ser supremo) y el mensaje del evangelio, no son solo palabras que conforman una doctrina, sino, que son elementos que ejercen la posición obligante de participar en el ejercicio de las organizaciones; buscando así, cambios en la forma de cómo se orientan y guían los esfuerzos hacia los objetivos de las mismas. Introducir una espiritualidad activa y testimonial deja de ser un paradigma, para convertirse en la suma de acciones y decisiones que coadyuvan con el crecimiento y desarrollo de seres humanos solidarios, en una sociedad sedienta de justicia e igualdad.
El liderazgo desde el amor y lo espiritual en la gerencia pública, visto desde la transcomplejidad, implica una forma de liderazgo que va más allá de los aspectos técnicos y burocráticos de la gestión pública. Se basa en la comprensión de que los seres humanos son seres complejos, con necesidades emocionales y espirituales que deben ser atendidas para lograr un verdadero desarrollo y bienestar
Por tanto, en la gerencia publica con visión humanista y el líder del amor y espiritual solo es posible si el servidor público como persona está capacitado de vivir el amor y lo divino. El amor debe mover al servidor como líder público a pensar en estrategias, a crecer, a buscar nuevos horizontes y fines; es el amor lo que inspira a dar la vida por el otro, a ayudar al que lo necesita, a donar nuestro tiempo, nuestros talentos, nuestra libertad. Si el amor es el origen del actuar inteligente del hombre, tal como plantea Maturana, sólo viviendo el amor es posible hacer “lo correcto”, actuar de forma justa, cumplir las leyes y las normas, trabajar por el bien social, pensar en el otro, hacer el trabajo con pasión y responsabilidad; sólo viviendo el amor con reconocimiento de lo espiritual el ser humano es capaz de ser auténticamente lo que es y así gerenciar bajo una mirada Transcompleja
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Balza (2008 Balza, A. (2008). Educación, Investigación y Aprendizaje. Una Hermenéusis desde el Pensamiento Complejo y Transdisciplinario. Caracas. Fondo Editorial Gremial Apunesr.
Balza, A y Schavino, N (2020). El umbral de las Transciencias Sociales. Un debate necesario desde la Transcomplejidad. Ediciones Feredit, San Joaquín de Turmero, Venezuela.
Beltrán, J. (2018). Evolución de la Administración. Primera Edición. Colombia. Fondo Editorial Universidad Católica Luis Amigó.
Chiavenato, I. (2007). Introducción a la Teoría Genera de la Administración. Séptima Edición. México. Editorial Mc Graw Hill Interamericana Editores S.A.
Fierro A., Fonseca G., García J. y Parra, G. (2016). Espiritualidad, cultura y clima organizacional. (Consulta: 2023, Agosto 02)
Maturana (ob.cit) Maturana, H. (1998) Biología del Emocionar y Alba Emoting. Dolmes Ediciones. Santiago de Chile. Chile.