Uneac en Camagüey: salvar la espiritualidad

CAMAGÜEY- Miembros de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) de esta provincia junto a vicepresidentes nacionales y autoridades del territorio y el país, intercambiaron acerca de preocupaciones y potencialidades acumuladas en los últimos dos años.

Desarrollada en el Teatro Avellaneda, la asamblea de balance de Camagüey duró alrededor de cinco horas de señalamientos a instituciones y organismos, de la organización de 55 años, que aglutina a la vanguardia intelectual y artística de la nación.

Por el crecimiento del 2016, la membresía en Camagüey ascendió a 273, con los 40 ingresos, en su mayoría jóvenes, asunto que había generado inconformidades con un proceso de selectividad que apenas daba cabida en sus filas.

El crítico de cine Juan Antonio García Borrero exhortó a salir a las llamadas zonas Wifi, ante el aumento de la brecha participativa porque se vive el divorcio entre las posibilidades que dan los medios y su desaprovechamiento.

“Que la vanguardia se acerque a estos espacios. Debe aprender a ver esos recursos que ya están ahí. Que la sede de la Uneac sea inteligente en el sentido de los dispositivos electrónicos. Tenemos que trabajar en la alternativa”, insistió García Borrero, ejemplo de cuanto pide desde su proyecto El Callejón de los Milagros.

El director artístico Rigoberto Álvarez señaló las incongruencias en los centros nocturnos y establecimientos de Comercio, con personas no capacitadas para hacerse cargo de los espectáculos.

“Aquí hay 10 directores artísticos profesionales, de ellos seis evaluados de primer nivel. Es una lástima que cualquiera dirija una gala, con nuestro potencial artístico y con el trabajo cultural de Camagüey”, lamentó Álvarez.

El actor Javier del Toro demandó que la organización sea una comunidad solidaria, preocupada por el trato a las personalidades de avanzada edad; mientras que el comunicador Oscar Viñas refirió el viejo reclamo de admitir a los actores de radio.

El músico Eduardo Campo visibilizó la urgencia de un director permanente para la Orquesta Sinfónica de Camagüey, una de las cinco del país, que lleva varios meses a la deriva.

Olga García Yero incitó a la profundidad del periodismo, al ejercicio de la crítica de arte y literaria en el semanario Adelante, a la variedad de su página de Cultura, “donde esté más presente la visión de los artistas”.

Luis Álvarez Álvarez indicó el deslucimiento actual de las investigaciones culturales en Camagüey, que años atrás merecieron el elogio nacional, y recalcó la importancia de socializar los resultados ante la cada vez más endeble trasmisión del patrimonio regional a las nuevas generaciones.

“Nadie que carezca de valores regionales puede defender valores nacionales”, sentenció poco antes de señalar: “El período especial justificó que dejáramos de trabajar. No estamos animados a hacer lo que tenemos. Los problemas sociales son problemas de la Uneac”.

Reinaldo Echemendía, director del Ballet Folklórico de Camagüey, insistió en el registro de expresiones musicales y danzarias propias de la provincia, y el actor Gaspar Sánchez King llamó al plenario a mirar más allá del ombligo de la ciudad.

“Los municipios y los territorios no son la ciudad de Camagüey, adonde la vanguardia va de Pascua a San Juan. Allá se sostienen con el movimiento de aficionados, pero a los instructores de arte, ¿quién los ayuda a ser mejores creadores? La cultura camagüeyana no será verdaderamente camagüeyana hasta que nosotros no lleguemos hasta la costa norte y la sur”, concluyó Sánchez King.

Luces para la promoción ofreció Rogelio Pérez, del ejecutivo provincial de la Unión de Informáticos de Cuba, al mencionar el trabajo conjunto con la Editorial Ácana para un sitio web propio, las oportunidades de visibilidad internacional en los productos multimedias de la Empresa de Tecnologías de la Información y Servicios Telemáticos Avanzados (CITMATEL); las facilidades con los televisores LED ubicados en la red comercial de la ciudad de Camagüey; y las potencialidades con el Paseo Tecnológico previsto de la calle San Esteban a República, por el Parque del Amor.

Fernando Rojas, viceministro de Cultura, identificó “una oportunidad de avanzar los proyectos culturales por la infraestructura que se ha creado y por el interés que expresó aquí Jorge Luis Tapia Fonseca—primer secretario del Partido Comunista de Cuba en Camagüey— de inmediatez, pero eso requiere un nivel de organización”.

Más adelante, Enrique Ubieta, funcionario del Comité Central del Partido, reflexionó acerca de la gran disputa de la espiritualidad en Cuba hoy, entre lo que alienta al consumismo y lo que vindica al ser humano: “Salvar la cultura no es solo la del arte y la literatura, sino la de la solidaridad, la del ser”.

Ubieta donó al Comité Provincial de la Uneac los tres primeros números de la Revista Cuba Socialista, en su cuarta época, que evidencian el interés por entrar en el debate teórico.

Por la presidencia nacional de la Uneac acudieron los vicepresidentes Pedro de la Hoz, Arístides Hernández y Rolando Núñez, quienes participaron en la apertura de un espacio de la vanguardia al fondo de la sede, por la plazuela Rosa La Bayamesa.

Uneac en Camagüey: salvar la espiritualidad