San Juan: leyendas, misticismo, espiritualidad y una gastronomía que embruja

San Juan es una provincia rica en creencias, leyendas, religiosidad, mitos y tradiciones. Desde épocas ancestrales arrastra un misticismo que le aporta una singular identidad en el territorio dominicano.

Coinciden en San Juan los altares de religiosidad popular, el mesianismo y un vudú que muchos quizás confunden con el haitiano, pero que es dominicano y que forma parte de su historia, y las creencias de su gente.

Esta es la segunda entrega de dos reportajes sobre San Juan realizados por el equipo de ACENTO. El primero se trata sobre las actividades agrícolas en la provincia.

Fundada en 1504 por los españoles como demarcación que extendía el dominio colonial, en el proceso de la conquista de la isla que se inició en 1492 y que siguió con la fundación de una serie de villas que fortalecían ese dominio, San Juan conserva una naturaleza exuberante, que contrasta con la imagen de pobreza y aridez con que tradicionalmente se ha asociado a la región Sur de la República Dominicana.

San Juan cuenta con una diversidad de creencias que la diferencian de otras provincias del país. Foto: © Mery Ann Escolástico

Este terruño sureño tiene una gastronomía muy peculiar, variada, rica y única porque conjuga ingredientes autóctonos de antaño, como el maíz, lo que embruja a todo el que la degusta.

El lugar también es cuna de personajes ancestrales como Anacaona, la primera cacique aborigen de la isla; y asiento de la plaza ceremonial más grande del Caribe, llamada El Corral de los Indios.

El Corral de los Indios y la piedra que se dice era el asiento de Anacaona. Foto: © Mery Ann Escolástico

Pero además de allí surgieron otros personajes tan místicos como Olivorio Mateo – conocido popularmente como Papá Liborio -, un curandero, líder mesiánico y revolucionario a quien hasta el día de se le atribuyen obras milagrosas.

“Este lugar en el que nos encontramos ahora mismo, se lo digo a usted y a cualquiera que venga, que estamos pisando en un puesto misterioso”, advierte Andrés Medina sobre el lugar conocido como Agüita de Liborio.

En ese lugar, Andrés hace de todo un poco: es guía de los visitantes no oficial, vendedor de comestibles y creyente.

Olivorio Mateo fue asesinado en 1922, pero sus seguidores aseguran que él resucitó y que regresará. Foto: © Mery Ann Escolástico
Fecha:22/10/2021

Sin decir su edad, el paso de los años en su rostro y cabello blanco hacen suponer que pasa los 70 años, pero la energía de su voz retumba y demuestra que aún conserva fuerza para defender a quien considera un profeta, casi un santo.

“Liborio para mí era un profeta preparado por Dios, que para Dios nada es imposible. Y ya va para 99 años y que diga lo que iba a pasar y lo que está pasando, ¿es cualquiera? No. Son cosas de Dios”, prosigue.

El señor Andrés Medina asegura que tiene 40 años en el lugar, el Agüita de Liborio. Foto: © Mery Ann Escolástico

Don Andrés asegura que tiene 40 años en el Agüita de Liborio, un lugar místico, al que la gente acude con la esperanza de solucionar problemas de salud, económicos, amorosos o de cualquier otro tipo.

Ubicada en Maguana Arriba, a unos tres kilómetros de la carretera San Juan-Sabaneta, la Agüita de Liborio era el espacio en el que pernoctaba el también revolucionario antes de ser asesinado en 1922.

Se dice que allí Liborio realizaba ritos y curaciones, y además se le atribuye haber creado un culto que, más de cien años después, todavía persiste: el mesianismo de Olivorio Mateo.

Muchos aseguran que el Agüita de Liborio tiene poderes curativos. Allí también acuden personas buscando cambiar su suerte. Foto: Mery Ann Escolástico

“Olivorio fue el mesías principal de este culto, el cual se enfrentó a los norteamericanos. Después de su muerte se dispersaron un poco sus seguidores. En 1962 se reagruparon y formaron el culto de Palma Sola, en las Matas de Farfán, comunidad cercada a San Juan y que siguió el culto liborista a través de los Mellizos de Palma Sola. Luego se produjo una envestida del Estado el 28 de diciembre de 1962, la matanza de Palma Sola”, explica el antropólogo Carlos Andújar Pérsinal.

Andújar Pérsinal, actual director nacional de Museos, también señala que ese hecho le dio un relanzamiento a esa historia, ese imaginario que ya se tenía con todo lo relacionado a Liborio, y sus seguidores se fueron acomodando con otros cultos para poder sobrevivir.

El antropólogo afirma que este es el único culto que ha tenido dos enfrentamientos con el Estado, el del 1922 que causó la muerte de Liborio – Olivorio Mateo –, y otro en 1962, en el que fallecieron tres de los cinco mellizos de Palma Sola.

Andújar Pérsinal califica este hecho como un acontecimiento extraordinario desde el punto de vista histórico, pero bastante conflictivo, complejo y confuso.

“Pero que denotaba también una visión del mundo de un sector social diferente, que se expresó en San Juan”, narra.

El templo y el calvario de Olivorio

Antes de llegar al Agüita de Liborio, hay una parada casi obligatoria en el altar de Cirilo de la Rosa, quien se define como la persona que tiene la misión de continuar el legado de Olivorio Mateo.

“Yo soy el que tiene la misión. El encargado de las cosas espirituales de Liborio. Aunque hayan muchos que se lo digan el que tiene la ciencia ahora mismo soy yo. Por eso estoy aquí”, afirma sin titubeos el hombre a quien acuden en busca de cura para sus enfermedades, personas con problemas mentales o que buscan cambiar su suerte.

Cirilo de la Rosa se define como la persona que tiene la misión de continuar el legado de Olivorio Mateo. Foto: © Mery Ann Escolástico

La pequeña caseta en donde recibe a los creyentes de estas espiritualidades está hecha de madera y zinc, y es definida por Cirilo como un lugar de santidad, sanación, paz, purificación y perdón.

Está ubicada a unos tres minutos del Agüita de Liborio, en medio de la cuenta media del Valle de San Juan, al pie de la Cuenca Alta de la Cordillera Central, y este curandero asegura que la zona representa el templo y el calvario de Olivorio.

“Aquí él vivía, aquí fomentó su misión y de aquí empezó a caminar de pueblo en pueblo”, dice.

La narración de Cirilo coincide con lo explicado por el periodista Manuel Espinosa, quien acompañó equipo de ACENTO en su visita a lugar.

Espinosa asegura que al ser expulsado de las parcelas que tenía en otras zonas de San Juan, Olivorio Mateo decidió instalarse allí y compartía en esas aguas con sus seguidores.

Te recomendamos leer: San Juan, el granero del Sur, sobrevive gracias a su producción agrícola

“Cinco familias en San Juan vieron el tesoro que significaba la planicie de El Valle de San Juan y decidieron repartirse El Valle. Y ellos mismos trazaron la carretera hacia la frontera. Posiblemente esa carretera San Juan-Las Matas de Farfán tenga la recta más larga del país: 22 kilómetros de recta. Ellos mismos lo trazaron para pasarle medio a medio a la cuenca baja, a la planicie del Valle. Olivorio y su gente no se dieron por vencidos y de cierta manera reclamaban sus tierras”, dice.

Cuenta que los ricos de San Juan se aliaron con la Iglesia Católica y empezaron a denunciar a Olivorio como una persona violenta, que practicaba la brujería.

“En ese momento llega la invasión norteamericana de 1916 y esos militares se unen a la Iglesia Católica y a los riquitos de San Juan, fundamentalmente para perseguir a Olivorio. Olivorio no era un hombre violento. Él luchó contra la invasión (norteamericana). Lo capturan, lo fusilan el 27 de junio de 1922 y para garantizarle a las personas en San Juan que lo habían capturado y fusilado buscaron yaguas y sogas y lo colocaron desde las 10:00 de la mañana a las 6:00 de la tarde en el parque de San Juan”.

Espinosa señala que gracias a los favores y curaciones que hacía a la gente, Olivorio creó un ambiente de simpatía hacia él, algo con lo que la Iglesia Católica no ha estado de acuerdo.

Aunque se dijo que Olivorio fue enterrado en el cementerio municipal de San Juan, su tumba nunca ha sido identificada, por lo que muchos de sus seguidores afirman, casi cien años después, que resucitó y que retornó a este lugar (donde está el Agüita).

Después de la muerte

El también sociólogo, catedrático y gestor cultural, Carlos Andújar Pérsinal, indica que para las elecciones de 1962 los candidatos andaban detrás de los seguidores de Liborio en San Juan buscando su apoyo.

El liborismo tenía un gran peso social. Ellos decidieron no votar y perdió el candidato de Unión Cívica Nacional y ganó un candidato independiente. La única provincia que hubo un senador independiente a los partidos tradicionales fue en San Juan y se acusa que fueron ellos que decidieron.

En respuesta, narra Andújar Pérsinal, el gobierno de transición ordena la matanza de Palma Sola, siete días después de las elecciones.

“Llegaron aviones. Tiraron bombas. Masacraron a la población. Y murió un general, jefe del Ejército. Eso impactó mucho la historia de San Juan”, señala al contar detalles de matanza en la que también resultó herido el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.

Celebración a la Virgen de Las Mercedes

San Juan es un pueblo lleno de riquezas culturales, y cuenta con celebraciones que van desde su popular carnaval hasta otras relacionadas con la fuerte religiosidad que allí predomina.

Los hermanos Rosa y Thomas Mora durante la celebración de Las Mercedes, hace unas semanas. Foto: Randy Ramírez Mora

Una de estas conmemoraciones es la que cada año realiza la familia Mora en honor a la Virgen de las Mercedes.

Rosa Mora, integrante de la familia, explica que la bisabuela de su padre llegó a la isla desde Francia, según calcula, por los años de 1800, con la imagen de la Virgen de las Mercedes, y ahí se inició la celebración en la comunidad de El Guanal, en Punta Caña.

Virgen Las Mercedes. Foto: © Mery Ann Escolástico

Las Mercedes comienza el día 16 (de octubre). Se saca la Virgen, se le da una vuelta por la iglesia y ese día comienza la fiesta de las Mercedes y dura nueve días. Después de esos nueve días se celebra lo que es la fiesta en sí. Ese día se prepara comida, se le da al pueblo de comer. Se tocan palos, la gente canta salves, juega dominó…”, indica Rosa.

Durante la celebración de Las Mercedes se hace una gran comelona y la gente comparte, reza, canta y juega dominó. Foto: Randy Ramírez Mora

Procede a explicar que a las 9:00 de la mañana se inicia la celebración con la oración del rosario; a las 12:00 del mediodía se realiza otro más y a las 6:00 de la tarde se hace el último, para darle cierre a la fiesta.

“A esa hora, la virgen nuevamente se saca de la iglesia, se pasea por el pueblo en una procesión, un viacrucis, con velas, cantando, tocando, y vuelve a la iglesia”, comenta.

Un pueblo lleno de riquezas 

Con relación a este tipo de manifestaciones religiosas, Andújar Pérsinal afirma que las creencias de San Juan son múltiples y que esa es una de las riquezas que tiene la provincia para mostrar al visitante.

Sobre las raíces taínas de los sanjuaneros, el antropólogo afirma que San Juan posiblemente sea uno de los enclaves de mayor presencia de oralidad del imaginario relacionado con la cultura aborigen.

“Parte del sistema de la religiosidad popular está presente con esa tradición, la aparición de indios, la sacranización de sitios de origen aborigen, el hecho de tener ahí asiento de Anacaona en esa zona que se consideró un eje importante en la cultura que fue el Corral de los Indios, por lo tanto la leyenda e imaginario y la presencia de ese inicio es muy fuerte en San Juan de la Maguana”, expresa.

Considera que en San Juan se conjugan las leyendas, los mitos y la realidad, pero cree que los pueblos necesitan de esos mitos para alimentar su imaginario.

Agrega también que la provincia es la que más peso tiene especificamente en cuanto a las creencias de todo tipo, en muertos, entidades, divinidades, un catolicismos popular muy arraigado, mesianismo, cofradías, vudú…

“Obviamente algunos le llaman que son brujerías, que son hechicerías. No, no. Son términos que la antropología no la acepta. Son prácticas de la religiosidad popular, que tienen formas distintas de relacionarse con la espiritualidad”, manifiesta.

Una gastronomía que “embruja”

De todas las provincias de la región Sur del país San Juan es sin duda la más rica, la más fértil y la más productiva, por lo que es natural que la cocina sanjuanera sea también la más rica y diversa.

Así lo considera Arturo Féliz-Camilo, cocinero dominicano e investigador, quien explica que entre los platos típicos de San Juan se destaca el chenchén con chivo, con frecuencia acompañado de habichuelas guisadas.

El famoso chenchén sanjuanero preparado por el cocinero Arturo Féliz-Camilo. Foto: Enmanuel Abreu

Pero también, señala, en la zona se preparan chambres, sobre todo de guandules, el chacá, dulce a base de maíz casqueado – partido en pedacitos –; asopao de res, con fuerte aromas de orégano, y otras comidas más exóticas como el esquivo “andullete”, de origen francés, que es una salchicha de tripa rellena de la tripa misma, y cuyo sabor fuerte suele dar un toque a guisos y habichuelas.

Entre los ingredientes principales que se usan en la cocina sanjuanera está el maíz; los diferentes tipos de granos, verdes o secos, como las habichuelas en múltiples variedades, incluyendo la famosa “mantequilla”; arvejas, lentejas, soya, guandules, garbanzos, anconí, y habas.

Chef Arturo Féliz-Camilo.

“El chivo no es la carne más común, pero quizás una de las más valoradas. El ovejo es abundante pero no tan apreciado.  Es importante destacar que el sazón clásico de San Juan no es el típico sazón de ajo, orégano y sal, sino el sazón de semilla de cilantro machacado con ajo, orégano y sal, lo que le da un sabor particular y especial”, afirma el también abogado.

A continuación una receta del famoso chenchén sanjuanero que muy amablemente Féliz-Camilo cedió para los lectores de ACENTO:


San Juan: leyendas, misticismo, espiritualidad y una gastronomía que embruja