Paula Ortiz: «El cine no puede ser proselitista»

Participó en la primera Jornada de Análisis del Cine Católico, organizada el pasado lunes en Madrid. ¿Qué conclusiones sacaron?
Me pareció iluminador ver cómo en todas las artes hay una voluntad y una necesidad ontológica de naturaleza espiritual que ahora es difícil defender en el área audiovisual. En el debate más creativo, desde donde yo entiendo el cine espiritual —que no distingo de otro cine, porque se sumerge en el área de la experiencia humana—, la situación da miedo. Decía el moderador que aterraba. Fue interesante debatir por qué.

¿Por qué?
Porque culturalmente estamos en un momento en el que se quieren respuestas fáciles, unívocas y cerradas, no nadar por las aguas del espíritu y de lo inefable. Queremos un camino fácil. Pero al mismo tiempo merece la pena ser valientes, porque se abren vías a diversas experiencias. Siempre ha habido un gran cine de índole espiritual. No hablo de cine catalogado como cristiano o como católico, sino de que grandes cineastas como Scorsese, Spielberg o Wenders hacen un cine que tiene un profundo carácter espiritual. En otros momentos ha habido una tradición más abiertamente filosófica y espiritual con Bergman, por ejemplo, y no había miedo. Había una aceptación de buscar esas películas. Ahora son difíciles de encontrar y es más complejo que tengan un hueco. Esto es empobrecedor para el arte y para la cultura.

¿Quizá entonces la clave esté en la nomenclatura?
Hay un tipo de cine religioso que defiende esa nomenclatura y hay voluntad evangelizadora. En la jornada debatimos sobre esto, porque algunos creemos que no es bueno. El cine no puede ser proselitista. La espiritualidad y las espiritualidades afectan a todo el mundo. El hecho de reducir es siempre negativo.

Con su última película, Teresa, sobre la santa de Ávila y protagonizada por Blanca Portillo, ¿ha vivido las dificultades de las que habla?
Con la película nos hemos dado cuenta, en cierta medida, de lo que se hablaba el lunes en el encuentro. Cuesta abrirse paso. Una cinta sobre santa Teresa hablando de la duda de la fe no es lo que masivamente apetece ver. Y eso me sorprende porque, para mí, es natural acercarme a ella y me alimenta. Por otro lado, hay películas cuyo alcance no se mide por lo alto que llegan los números, sino por la forma en que su visionado afecta a los espectadores. 40.000 personas han ido al cine a ver Teresa y la reacción del público en los coloquios posteriores ha sido reveladora. Mi socio y productor Álex Lafuente no daba crédito. Hemos abierto puertas a muchas cosas; la gente se ha lanzado a hablar. Esta es una de las vocaciones del arte: la necesidad de respuestas se puede tapar y minimizar, pero no se puede borrar. Aunque la realidad es que son procesos largos y hay que ser valientes; te sometes a muchas crisis.

¿Cómo entró la santa en su vida?
Fue desde un lugar poético. Descubrí a una mujer con una potencia literaria gigantesca, con una pluma y una tensión que no había visto antes. Leerla es, en sí, una experiencia transformadora. Teresa me ha constituido mucho desde joven. Más tarde descubrí quién había sido ella, un personaje clave de nuestra cultura en un momento que sembró los cimientos de quiénes somos hoy. No sabía cómo llevar al cine a alguien que me ha acompañado en tantos niveles, desde el humano al cultural. Pero cuando vi la obra de teatro de Juan Mayorga La lengua en pedazos —guion en el que se basa la película— me pareció una manera ascética, radical, simple, profunda y compleja, como a ella le hubiera gustado, y fue un gran descubrimiento. Además, el proceso de trabajo con Juan Mayorga, uno de los grandes pensadores que tenemos en España, ha sido un privilegio en mi vida. No entiendo cómo no se reivindica más a una mujer como ella.

El Jesús de Scorsese toma forma

Martin Scorsese

Martin Scorsese aseguró que el guion de la adaptación al cine del libro A Life of Jesus, de Shūsaku Endō’s, está terminado y que tiene planes de comenzar a rodar a finales de este año. En una reciente entrevista con el periódico Los Angeles Times, el cineasta estadounidense conversó sobre la película dedicada a las enseñanzas de Jesús, que había anunciado tras su encuentro con el Papa en mayo de 2023. «Estoy tratando de encontrar una forma de hacerla más accesible y quitarle la carga negativa de lo que se ha asociado con la religión organizada», dijo Scorsese. La cinta, de 80 minutos, estará contextualizada en la actualidad, pero su intención es que sea «atemporal» y se centrará en las enseñanzas fundamentales de Jesús, pero «sin hacer proselitismo».



Paula Ortiz: «El cine no puede ser proselitista» – Alfa y Omega