Fuentes musicales y tradiciones


void

void

Bach : Six Partitas BWV 825-830. Robert Levin, piano. Un disco triple de 140 minutos de duración grabado en Goillotte, Vosne Romanée, Francia, en julio de 2017. Le Palais des Degustateurs. B07NR8Q6TS

0,000304

Parece que sigue siendo necesario justificar la opción de tocar Bach al piano, y no al clave, a pesar de que la tradición pianística de Bach es mucho más amplia en el tiempo que la clavística. 

Si de lo que se trata es de la ‘pureza’, esa es una cuestión que tiene más de creencia o fe que de racionalidad. Ignoramos cómo sonaba Bach en la época de Bach -sólo podemos intentar una aproximación teórica- y aunque lo supiéramos, dado que nosotros como público no somos contemporáneos de Bach ni escuchamos la música como se hacía en esa época, nuestros referentes sonoros son distintos, etc., siempre sería una aproximación. Una interpretación musical ocurre siempre en el presente y como mucho -desde hace apenas un siglo- puede fijarse por medio de una grabación sonora como la que aquí nos ocupa. 

Las seis Partitas BWV 825-830 que escribió Bach se suelen datar por su fecha de publicación, entre 1726 y 1730, con el título de Clavier-Übung I, y se considera que fueron escritas poco antes, entre 1725 y 1730. Son las primeras obras para teclado que publicó Bach directamente, aunque sean posteriores en su composición a las seis Suites inglesas BWV 806-811 (c. 1715, antes datadas en 1718-20) y las seis Suites francesas BWV 812-817 (1722-25). 

La versión de Robert Levin (Nueva York, EEUU, 1947) no pretende ser innovadora, sino recoger una larga tradición que tiene muchos matices, empezando por Muzio Clementi y siguiendo por Carl Czerny para quienes Bach era una escuela de ‘sensibilidad’, al modo en que esto se entendía a principios del siglo XIX. 

De algún modo al definir la interpretación de Levin la palabra ‘sensibilidad’ es una de las más inmediatas. No hace un Bach apasionado y rápido al modo de las interpretaciones recientes de música de esta época, tampoco pretende ser ligero al modo de la época en que el piano -como avergonzado- pretendía sonar a clave (aunque este matiz asome en algunos de los números como las Gigas de las Partitas nº 1 y nº 2, en menor medida en las siguientes), ni por supuesto busca la sequedad que caracterizó muchas de las interpretaciones de Bach en las décadas siguientes a la 2ª Guerra Mundial, cuando la figura de Bach era un monumento de espiritualidad que a menudo nos abrumaba. Y sin embargo algo hay de toda esa historia de la interpretación en los diferentes números de las Partitas, incluyendo ocasionalmente reminiscencias de ese Bach ‘romántico’ de la Belle Époque que sólo tímidamente se empieza a reivindicar.

Tratándose de un disco triple que incluye un total de 44 piezas breves -nunca he tenido muy claro que las Partitas sean algo más que una cuestión de organización de material- no tiene sentido pararse a comentar momentos concretos de la interpretación de Levin. 

El folleto que acompaña al disco está en francés e inglés e incluye una interesante entrevista a Robert Levin a cargo del crítico musical Stéphane Friédérich. Así Levin tiene ocasión de plantear sus pretensiones para esta grabación, dar algunas -bastantes- precisiones filológicas y musicológicas, hablar de ediciones y manuscritos, y aclarar aspectos del disco, especialmente las dobles versiones de los dos últimos movimientos de la Partita nº 6, que Levin interpreta primero “literalmente” -así lo indica el disco- y luego con tresillos, y la doble versión de la ‘Gigue’ de la Partita nº 3 en la menor, que suena primero en la versión ‘estándar’, con la segunda parte en re sostenido, y luego en la ‘alternativa’, donde la segunda parte de la giga suena en fa. Estas dobles versiones de los movimientos ‘confusos’ no cortan demasiado la audición y en cambio resultan muy útil para expertos y estudiantes, otro motivo para comprar este triple disco.  

Y este humus teórico subyacente es quizá el principal valor de esta grabación. Levin, como no podía ser de otro modo teniendo en cuenta su faceta de investigador, utiliza ediciones recientes, principalmente la edición de las Six Partitas BWV 825-830 preparada por Richard Douglas Jones para Bärenreiter (2008) así como los manuscritos copiados a partir de esta fuente casi simultáneamente a su edición que a menudo incorporan elementos interpretativos -añadidos, ornamentaciones- que pueden considerarse ‘cercanos al entorno de Bach’ (algunos quizá sean del propio Bach). Merece la pena leer con atención lo que explica Levin en la entrevista acerca de cuestiones interpretativas de la música de Bach. 

Pero sin embargo -aunque Levin hable tanto de detalles técnicos musicológicos- sigo teniendo la sensación de que en su planteamiento de las Partitas hay mucho más de historia de la interpretación que de fuentes originales … Lo que demuestra precisamente su profundo conocimiento de Bach. 

Fuentes musicales y tradiciones