El espíritu de la navidad

El Espíritu de la Navidad es un ángel que viene a la Tierra el día del solsticio de invierno del hemisferio norte el 21 de diciembre. Si lo has notado el último mes del año es especial, tiene un encanto que los otros once meses no lo tienen, es el período más bello del año.

Se realizan reuniones con amigos y familiares, se dan más abrazos, regalos, buenos deseos, hay más abundancia, la música es bellísima, se come delicioso, los olores a canela, menta, pino y galletitas de jengibre recién horneadas nos encantan, la calle está llena de luces de colores y nuestro hogar lo decoramos de una manera especial, todo esto nos exalta nuestras más profundas emociones y recuerdos, que nos hacen soñar, añorar, alegrarnos y también tristear un poco.

Las películas navideñas nos invitan a pasar un rato en familia, pueden parecer demasiado simples, pero estas historias nos recuerdan los valores del amor, nos sensibilizan y por si fuera poco nos divierten. La radiación que se vierte en esta época sobre la Tierra, es una emanación de amor, como una lluvia dorada de hermosas partículas de luz que contienen todas las cualidades perfectas de los Ángeles, Maestros Ascendidos y demás Seres Divinos. Su potente presencia es casi palpablemente sentida incluso para las mentes más superficiales. Durante la época de Navidad la atmósfera de la tierra está literalmente llena de polvo de estrellas, es una sustancia etérea que desciende a todos los hogares que le dan la bienvenida y que la gente inspira inconscientemente y produce una sensación de bienestar, paz y felicidad, que se le atribuye al Espíritu de la Navidad. En las personas hay prosperidad, deseos de regalar, preparar comida, decorar, compartir, alegría y entusiasmo, deseos de cantar en especial villancicos, se irradia en el ambiente belleza, paz y elevación espiritual, impulsándonos a meditar, orar y buscar estar en familia. El Espíritu de la Navidad como todo ángel existe para quien lo siente y piensa y de esa manera es atraído, es una gran oportunidad que tenemos para manifestar bondad, ya que, la conciencia de la humanidad se eleva causando que se sienta paz y mucha espiritualidad, es una tremenda oportunidad el utilizar toda esa fuerza adicional para perdonar, regalar y dispersar alegría. Así que no hables mal de la Navidad, no te quejes del tráfico, las filas, el gentío. Da gracias a Dios por estar vivo esta Navidad, sonríe, canta y deja que el espíritu de la Navidad te embriague y extiende tu luz y tu corazón a todos los seres del planeta, para que con tu aura puedas cubrir el mayor número de personas con tu Buena Voluntad, los protejas con tu amor y los influencies con tu sabiduría. Si eso lo haces este año a un mayor número de personas que el año pasado estás en lo correcto, esa es la dirección que debes seguir. La mejor fortuna para cada Navidad es que llegues a ella contando con los mismos amigos, relaciones, familia que tenías el año anterior y multiplicándolos en mayor cantidad, eso quiere decir que tu campo de radiación se expande, lo que es sumamente positivo. Brinda por un mundo mejor, ese que le dejarás a los que te siguen. En esta Navidad el que tiene que renacer junto al corazón de Dios eres tú. Felices fiestas y próspero año nuevo.

A continuación, un sencillo ritual:

1.-Convoca a tus familiares y amigos a una reunión donde el sentido sea compartir.

2.-Cada quien prepare y traiga algo rico y delicioso para el disfrute de todos.

3.-Abre todas las ventanas de tu hogar para que la nueva energía entre.

4.-Realiza una meditación profunda y deja que el mensaje llegue a ti y a los que te acompañan.

5.-Da gracias por todo lo bueno y en especial, por los aprendizajes realizados durante el año que dejas.

6.-Abre los brazos y recibe la energía y da la bienvenida al Espíritu de la Navidad.

7.-Cada uno tome 21 papelitos para realizar peticiones del próximo año, repartidas así: 7 para la humanidad, 7 para la familia y amigos y 7 personales.

Se guardan en un sobre hasta el próximo año que se leerán y se quemarán aquellas que ya hayan sido cumplidas.

Mantén la certeza que todo se puede y además te lo mereces.

El espíritu de la navidad