Camilo Vásquez, de Colectivo Fango: “Las tres obras a la vez nos han descubierto lugares comunes que no nos habíamos imaginado”

Nacido en Buenos Aires, Camilo Vásquez es director de escena y actor, además de uno de los miembros creadores del Colectivo Fango. Después de una trayectoria en alza con títulos como “Simpa” o “Café solo con ellas”, también se le ve en cine en títulos como “Truman” o “Las brujas de Zurragamurdi”. A partir de 2016 se mete de lleno en Colectivo Fango, compañía de la que ha surgido la trilogía formada por F.O.M.O. (Fear of Missing Out), Tribu y La espera. Asimismo, estuvo presente en el Festival de Otoño de 2020 con “Limbo”, así como la performance “Ay, Europa, ¿se acabó?” en 2022. Cabe destacar que este 2022 los Teatros del Canal han programado la trilogía de Colectivo Fango del 23 de noviembre hasta el 11 de diciembre, siendo la primera vez que se representa en conjunto. Una de las propuestas más aclamadas del final de este 2022.

En Cinemagavia hemos tenido el placer de entrevistar a Camilo Vásquez, director de Colectivo Fango, sobre la famosa trilogía de la compañía. En primer lugar, nos cuenta cómo nacieron las tres obras y si ha habido un cambio de planteamiento a la hora de representarlas en esta temporada. Después, abordamos la relación entre la sociedad y los medios digitales y si hay una obsesión de pertenencia de grupo, en relación a F.O.M.O. A continuación, debatimos sobre la espiritualidad y la herencia de las sociedades tribales, haciendo mención a Tribu. Por otro lado, con La espera, hablamos sobre el significado del futuro, el miedo a éste y si todavía hay fobia al paso del tiempo. También nos indica cómo construyen a nivel estético, visual y de documentación. Por último, nos desgrana la experiencia de vivir las tres obras a la vez y qué depara en el futuro a Colectivo Fango.

Foto de Colectivo Fango (Pablo Lorente)

Entrevista a Camilo Vásquez

Diego Da Costa / Cinemagavia: ¿Cómo se gestó representar la trilogía en su totalidad?

Camilo Vásquez: Nosotros, en realidad, viéndolo en la distancia, creo que se gestó desde el minuto cero que empezamos a crear Colectivo Fango. Siempre tuvimos el interés de investigar la búsqueda de la identidad nuestra, de la identidad humana y artística, eso fue en paralelo a las creaciones que fuimos haciendo vinculadas con la búsqueda de la identidad del presente.

Luego, surgió el pasado a través de Tribu pensando en la memoria y hacia al final, a través de una cita de San Agustín, que hablaba de tres planos temporales: presente, pasado y futuro. Él hablaba del futuro desde la espera y ya con eso fue el click final para darnos cuenta que había una trilogía. Por eso, la última obra trata sobre la espera, en todo lo que es la búsqueda de la identidad, o sea que realmente si te soy sincero, ahora, viéndolo con tiempo, desde el principio estaba la trilogía gestándose.

Diego Da Costa / Cinemagavia: Todo muy orgánico

Camilo Vásquez: Super, como nosotros mismos, porque la realidad es que Colectivo Fango nace como consecuencia de una reunión de seis amigos, que deciden juntarse un día a la semana a ensayar, investigar, armar laboratorios de creación escénica y de a poquito fue gestándose la idea de crear un colectivo. Realmente, hasta el año de estar en ese proceso de investigación, hicimos nuestro primer working-in-progress, tomamos tiempo, sin exigencias, creo que lo que dices tú, orgánico es una de las palabras que nos ha acompañado desde el principio.

Colectivo Fango
Foto de “Tribu” (Danielo Moroni)

La evolución de las obras

Diego Da Costa / Cinemagavia: ¿Ha habido algún cambio o matiz con respecto a las representaciones que se hicieron en temporadas anteriores o se ha mantenido casi intacto el planteamiento?

Camilo Vásquez: Mira, cada obra tiene su momento y F.O.M.O., imagínate, que se estrenó en el 2017, se volvió a representar en el 2018 en Madrid, en el Centro Dramático Nacional, pero su creación empezó en el 2016. F.O.M.O. habla de la interconectividad, de las redes sociales, del miedo a pertenecer a algo o quedarse fuera de este presente digital. Una visión del 2016 dista mucho de lo que es hoy 2022, a nivel tecnológico. Entonces, desde ya tener la posibilidad de ser los creadores, dramaturgas, dramaturgos, inventores de cada pieza, sí le echamos mano y actualizamos algunos momentos.

La esencia es la misma, pero sí hemos actualizado y nos hemos puesto al día nosotros, porque somos las mismas actrices y actores, director y coordinador dramatúrgico, pero no somos los mismos que hace 6 años tampoco. Tribu, por ejemplo, es una función a nivel dramatúrgica muy viva, porque hay anclajes muy concretos, pero luego hay un espacio para la improvisación. Entonces, creo que Tribu se va actualizando función a función. Creo que La espera, que es la última, se estrenó el año pasado, a nivel dramatúrgico es la que más fieles somos, realmente. Para dato de actualización dramatúrgica, tenemos una actriz con 7 meses de embarazo, que tiene una tripa hermosa y no evitamos también esa novedad en el escenario, así que en realidad en vez de cinco intérpretes, realmente hay seis (risas). Tuvimos a Jazmín también.

FOMO
Foto de “F.O.M.O.” (Pablo Lorente)

Relación tóxica

Diego Da Costa / Cinemagavia: Comenzasteis con F.O.M.O. el pasado 23 de noviembre, donde reflexionabais del ahora, de las relaciones entre las personas y la tecnología, ¿se ha creado una relación “tóxica” con el medio digital?

Camilo Vásquez: En el minuto 0 que comenzamos a investigar F.O.M.O. pusimos sobre la mesa las ansiedades, nuestros miedos, lo que nos pasaba en aquel momento con los teléfonos móviles, con los smartphones, con las redes sociales… Creo que la toxicidad existe, por supuesto, y ya depende de cada una como lo gestiona. Nosotros en ningún momento bajamos línea de si es bueno o es malo el uso o no de redes, smartphones… Pero sí es verdad que ponemos una mirada atenta y cuestionamos lo que también nos pasa a nosotros. Creo que esa honestidad también hace que mucha gente se sienta identificada con lo que le sucede en el día a día con los smartphones, con las redes sociales, etc.

Diego Da Costa / Cinemagavia: ¿La sociedad tiende a querer pertenecer a un grupo y por ello la obsesión con estar dentro de las redes sociales para formar parte de ese mundo?

Camilo Vásquez: Creo que es inevitable querer pertenecer a un grupo, no somos seres aislados. En mi opinión personal, no lo que contamos o lo que es la obra, las redes sociales, en ese sentido, tienen truco, porque crees que perteneces a un grupo, pero tengo la sensación de que es muy individualista, más que pertenecer a un grupo, te aísla muchas veces. Eso no significa que haya también espacios de comunidad dentro de las redes sociales, también las hay, pero me parece que la tendencia es más de aislamiento que de unión. Entonces, por eso también es muy importante mantener vivo el pensamiento crítico, estar muy atento a lo que sucede con las redes.

No dejarte absorber, me parece que ese es el gran desafío que tenemos como humanidad, sinceramente. Pero, bueno, también creo que también somos un poco conejillos de indias, porque no dejan de ser los últimos 12-15 años. Es algo muy reciente, muy rápido, ni siquiera somos conscientes de hasta dónde puede llegar todo este cambio de paradigma. Estamos en una fase de transición total, cambio de siglo, cambio de era, cambio de paradigma.

FOMO
Foto de “F.O.M.O.” (Pablo Lorente)

Entre lo trascendental y sagrado

Diego Da Costa / Cinemagavia: Esta semana llegó Tribu, una mirada hacia el pasado, donde se cuestiona esa relación con lo trascendental y sagrado, ¿siempre queda algo de la forma original de relacionarnos? ¿Somos la herencia de las sociedades de las tribus más primigenias?

Camilo Vásquez: Nosotros cuando decidimos investigar lo tribal, después de F.O.M.O., que veníamos de la investigación mucho más individual, nos interesó una exploración sobre lo primigenio, pero no desde un lugar literal, sino simplemente ver qué sucedía con recuperar una mirada cristalina, inocente. Repensar, revisitar, redescubrir el cuerpo, el espacio sagrado. Quitando todo lo que tiene que ver con el juicio, con el prejuicio, nos dimos cuenta en esa investigación que hay muchísimas, sino casi todo, similitudes con lo que somos hoy.

Hay muchísimas similitudes en las relaciones humanas cuando quitamos las convenciones sociales y nos quedamos con el cuerpo, aparece mucha información que ya teníamos heredada desde siempre, vinculada con las relaciones humanas. Me parece que por eso está tan enfocada la segunda parte de la obra en lo físico, pero creo que sí que hay reminiscencias, por supuesto.

Tribu
Foto de “Tribu” (Danielo Moroni)

La crisis de lo espiritual

Diego Da Costa / Cinemagavia: En la sociedad actual se plantea una cierta crisis con la espiritualidad clásica, la religiosa. Sin embargo, ¿piensas que realmente hay una crisis de lo espiritual o se mantiene su importancia, pero desde una perspectiva diferente?

Camilo Vásquez: ¡Qué pregunta! (Risas). No sé, creo que estamos permanentemente en crisis (risas). Ahora mismo me parece que la crisis nos atraviesa día a día. Cada uno hacemos lo que podemos. La realidad es que la espiritualidad también sostiene a muchísima gente. Entonces, yo creo que lo que hacemos en Colectivo Fango es plantear preguntas, no estamos en un sitio donde saquemos demasiadas afirmaciones o respuestas, porque la realidad es que cada vez que queremos contestar una, aparecen diez preguntas más.

Realmente, para mí y el colectivo, podemos decir que la misión está cumplida cuando la gente sale modificada del teatro y sale con preguntas como éstas. Por ejemplo, si se sienten en crisis con su espiritualidad o la reafirman, o también desde otros planos espirituales. Esa es nuestra misión, es lo que te puedo decir (risas).

Camilo Vásquez
Foto de “La espera” (Danilo Moroni y J.C. Toledo)

Mirando al futuro

Diego Da Costa / Cinemagavia: De hecho, es lo mejor, dejar preguntas en el espectador y que genere un debate, que se hable después. Esa es la parte de la magia de la obra, ¿no?

Camilo Vásquez: Sí, yo creo que sí, yo creo que eso pasa en las tres obras. En ese sentido, también dedicamos tanto tiempo a crear cada pieza, somos muy consecuentes. Estamos permanentemente cuestionándonos, investigando, abriendo nuevos planos. La gente, luego, me parece que lo agradece, porque realmente, en general, el feedback es de un público que sale removido de cada propuesta.

Me parece que es también la misión del teatro, tener una posibilidad donde se pueda apagar el móvil, por ejemplo, de los pocos sitios donde se puede hacer. Te enfrenta al vivo y al directo, donde te interpela, donde te pone en una situación de público activo, en nuestro caso. Le invitamos a terminar de configurar y de crear la propuesta con nosotros.

Diego Da Costa / Cinemagavia: Termináis con La espera, una mirada al futuro sin saber qué es lo que nos depara, ¿el ser humano tiene miedo a la incertidumbre de lo que está por venir?

Camilo Vásquez: Nosotros tampoco lo planteamos como miedo al futuro. Realmente, lo que sí intuimos es que la incertidumbre es alta. A veces se pone la mirada en lo que va a pasar y ya está pasando. Entonces, como te dije al principio, cuando apareció esta cita de San Agustín dentro del libro de “Autoficción” de Sergio Blanco, que es un dramaturgo uruguayo que trabaja mucho en la línea nuestra, los planos temporales que él hablaba eran el presente presente, presente pasado y presente futuro, como que el tiempo siempre es presente.

En el presente futuro ponía la ficha de la espera, nos pareció super interesante investigar el futuro desde la espera. Qué pasaría mientras llega, mientras llega el no sé qué, lo que sea, qué pasa mientras esperamos. Nos parecía que nos colocaba en un lugar muy interesante. Entonces, la obra plantea justamente un punto de vista, para mí, novedoso, no tanto poner la mirada en el futuro, sino poner la mirada en mientras llega el futuro, qué hacemos.

Camilo Vásquez
Foto de “La espera” (Danilo Moroni y J.C. Toledo)

La fobia del paso del tiempo

Diego Da Costa / Cinemagavia: ¿El paso del tiempo sigue siendo un tema tabú, como el envejecer? ¿Hay algo de fobia a aceptar que el tiempo pasa?

Camilo Vásquez: Yo creo que en general hay una tendencia a negar el paso del tiempo, la vejez. Me parece que todo es muy inmediato, todo es muy presente, demasiado presente a veces, ¿no? Pero sí, puede que ser que haya fobias, cada uno lo vive como puede, es muy difícil ese momento, la verdad (risas).

Nosotros somos de los 80, bueno, yo del 77, somos una generación medio analógica, medio digital, hemos vivido la transición a pleno, pero me pongo a pensar en la gente que ha nacido a finales de los años 90, a principios de los 2000, que ya son totalmente digitales. Están viviendo un momento tan desbordado, tan de tsunami digital, de tanta información, de tanto miedo al futuro a nivel climático, político, social, tan hiperconectado que a veces asusta. Esas fobias también tienen mucha lógica, porque estamos sobreinformados.

Hay una mirada muy catastrófica de lo que va a pasar. Entonces, en ese sentido, nosotros no somos catastrofistas, no queremos oscurecer la mirada, queremos reflexionar sobre lo que estamos haciendo, sobre quiénes somos ahora.

Camilo Vásquez
Foto de “F.OM.O.” (Pablo Lorente)

La pandemia, punto de inflexión

Diego Da Costa / Cinemagavia: Ahí la importancia de la espera, más que del futuro, más de lo que va sucediendo a lo que vendrá.

Camilo Vásquez: Sí, de hecho, nos pilló la espera de la creación en la pandemia, imagínate (risas). Estábamos creando La espera y, de repente, nos tuvimos que confinar y obligarnos a encerrarnos y esperar un futuro totalmente incierto. En ese momento, la obra dejó de tener posibilidad de exhibición, no sabíamos qué iba a pasar en la humanidad. De repente, el cariz que tomó la obra fue un cariz mucho más vivo y, además, donde apareció mucho más el humor.

A diferencia de F.O.M.O. y de Tribu, que no hay personaje, realmente los actores son Ángela, Fabia, Trigo, Rafuska y Manu, son ellos mismos. En La espera, tienen sus propios avatares y antes de empezar la función, la entrada al público, se crean sus personajes para poder esperar y competir con juegos totalmente lúdicos e infantiles para ganar la palabra. De repente, aparece un guía espiritual, una chamana, una vedette de los 70, una miss samurái y un político. Nosotros decidimos jugar mientras esperábamos la incertidumbre. Eso surgió en la pandemia.

Diego Da Costa / Cinemagavia: Un momento ideal para que surja algo así, por otro lado.

Camilo Vásquez: Sí, realmente, pero, bueno, creo que también es real y necesario. El humor es una de las herramientas nucleares para sostenerte en situaciones complicadas, complejas y de enorme incertidumbre. Entonces, echarle más drama a la vida con el drama que estábamos viviendo, pasamos. Tenemos un sello identitario como creadores y creadoras y eso hace que Colectivo Fango tenga fango en todas sus obras, pero es verdad que La espera es más lúdica. Creo que también del humor, de la comedia y de lo lúdico se puede invitar a generar pensamiento crítico en el espectador.

Camilo Vásquez
Foto de “F.OM.O.” (Pablo Lorente)

¿Autoficción?

Diego Da Costa / Cinemagavia: Esta trilogía nace de una investigación en torno al yo y a su forma de reflexionar, compartiendo distintos monólogos en las tres obras. ¿Fue complicado qué material coger de la realidad y cuál de la ficción?

Camilo Vásquez: Complicado no, porque, como te dije antes, cada propuesta le dimos tiempo. Ninguna ha bajado del año, entonces, por eso te dije al principio que la trilogía en el fondo, ahora en perspectiva, se ha ido creando desde el minuto 0. Nuestra propia búsqueda de identidad humana y artística, como colectivo, fue lo que empapó las creaciones. Nosotros tenemos una forma de trabajar donde se ponen temas sobre la mesa. Hay mucho trabajo de mesa, libros, ensayos, poesía, recortes de periódicos, vídeos de YouTube…

Entonces, hay mucho tiempo para pensar. A partir de ahí, cada intérprete, dramaturgo, yo, traemos ideas, propuestas, y las vamos probando. Todo parte de lo personal, hay ideas que son directamente documentales y otras son documentadas, ¿sabes? A partir de esa documentación, ficcionamos, porque eso se ve muy claro, sobre todo en la última obra, donde decidimos dar el salto al personaje. Todo nace de nosotros, entonces, llega un momento en el que no sabemos si es real o no, pero igual pudo haber pasado (risas). Eso lo decimos en Tribu, en esta última versión. Entonces, ahí te lo dejo (risas).

Diego Da Costa / Cinemagavia: Hay imágenes muy potentes en escena, ¿cómo construís la parte visual y estética? ¿Os es más fácil expresar desde el cuerpo las emociones?

Camilo Vásquez: La construcción parte de un todo que es la forma de trabajar nuestra. A mí la figura nuclear de cualquier trabajo es el intérprete, es la actriz, el actor, y a partir de lo que las necesidades que queremos contar, se va construyendo la estética y la parte visual de la pieza. También es verdad que contamos desde el principio, desde ya el 2017, con la misma escenógrafa, que es Silvia de Marta, con la misma vestuarista, que es Elisa Vidal, con el mismo director técnico e iluminador, que es Juan Miguel Alcarria… Entonces, un equipo que también ha ido creciendo juntos, hace que la propuesta visual se vaya consolidando función a función.

Tribu
Foto de “Tribu” (Danielo Moroni)

Vivirlas al mismo tiempo

Diego Da Costa / Cinemagavia: Con las tres obras en pie, ¿cómo ha sido revisitarlas las tres en el mismo período de tiempo y en un mismo espacio?

Camilo Vásquez: Un tornado ha sido (risas). Básicamente, ha sido una locura, pero muy felices. Lo que ha sido a nivel producción, un gran plan logístico, porque crear una obra por semana en Teatros del Canal implicó planificar desde el año pasado. Casi un año teniendo un espacio de ensayo permanente, que fueron las propias aulas de ensayo del Canal, que nos habilitó. Luego, tener residencias técnicas de las obras, gracias al Ayuntamiento de Móstoles, el Teatro del Bosque y del Centro Cultural del Soto, para poder hacer las residencias técnicas de las tres obras y, luego, ya traerlas a Teatros del Canal.

A nivel producción, hemos tenido una coordinadora de producción maravillosa, Elena Martínez, que ha colaborado para que la logística sea redonda, porque es muy complicado. Después, encontrarnos con las tres obras a la vez nos ha descubierto lugares comunes que ni siquiera nosotros nos habíamos imaginado. Las tres obras son muy distintas, no son una obra que son principio, nudo, desenlace. Yo creo que sí ahora, pero la historia en sí misma, son historias que contamos muy diferentes en cada obra. Entonces, ha sido un gran descubrimiento, de muchos momentos inesperados, pudiendo tener la visual de las tres obras prácticamente a la vez. No es algo explícito, está muy soterrado, porque son obras distintas. Para nosotros, cada descubrimiento es un mundo. 

FOMO y Tribu
Foto de “F.O.M.O.” (Pablo Lorente) y “Tribu” (Danilo Moroni)

¿Nueva trilogía?

Diego Da Costa / Cinemagavia: Termináis el 11 de diciembre, ¿os gustaría comenzar otra trilogía sobre otro tema fundamental? Si fuera así, ¿cuál sería?

Camilo Vásquez: Lo de trilogía no te lo puedo asegurar, porque no tengo ni idea, ¿sabes? Creo que a partir del 12 de diciembre vamos a descansar un poquito, que nos hace falta (risas), bajar todo lo que está pasando, porque es mucho y es muy lindo. Sí hay deseos de querer volver a crear. Llevamos una temporada larga sin creaciones nuevas, porque también necesitábamos atravesar esta trilogía, vivirla plena.

Hemos creado muchas obras dedicándole mucho tiempo en pocos años, porque hay también una cuarta obra que se generó para el Festival de Otoño en el 2020, “Limbo”. Entonces, llevamos cinco años y medio de cara al público y tenemos cuatro obras en nuestro haber. Entonces, realmente, este año ha sido un año creativo sabático, aunque no hemos parado ni un minuto. Yo creo que lo siguiente será sentarnos a reflexionar, a escucharnos y a pensar en lo nuevo. De momento, hasta ahí puedo leer (risas).

Camilo Vásquez
Foto de “La espera” (Danilo Moroni y J.C. Toledo)

Fluir

Diego Da Costa / Cinemagavia: Han sido unos años muy intensos, a nivel de creación, de representación…

Camilo Vásquez: Sí, la verdad que ha sido increíble, inesperado, cuando decidimos juntarnos y sin exigencias, sin lo inmediato, sin generar una obra para enseñar, gustar, ir a un determinado sitio… Cuando decidimos no hacerlo, es cuando empezó a suceder. Nosotros tocamos la puerta de El Umbral de Primavera en 2017, la sala del off de Lavapiés, nos recibieron con mucho amor, nos propusieron una residencia artística y participar en Surge Madrid, el Festival de Madrid de teatros alternativos. Tuvimos tres funciones ahí y tuvimos la suerte de que se acercó una persona del Centro Dramático Nacional que programó F.O.M.O. el año siguiente en la Sala Princesa, del María Guerrero.

Eso pasó y a partir de ahí decidimos seguir creando y siguieron pasando cosas maravillosas. Sí es verdad que a diferencia de otras experiencias anteriores a Fango, el foco no estaba en solo conquistar espacios públicos, teatros nacionales y tener posibilidades de estar en festivales internacionales, el deseo, por supuesto, estaba, pero el foco estaba en armar una identidad artística. Creo que eso jugó a favor de nuestro camino en los últimos cinco años y medio.

Puedes leer nuestras CRÍTICAS de la trilogía de Colectivo Fango pulsando en CRÍTICA de F.O.M.O. y CRÍTICA de Tribu, dirigidas por Camilo Vásquez.

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